martes, 5 de septiembre de 2023

A los 74 canalizando el servicio de Leonel Álvarez. En aquel entonces

 


Bogotá: ¿Qué estábamos haciendo hace Treinta años? Quienes empezábamos a disfrutar como niños, nos encontrábamos junto a nuestras familias listos delante de los televisores. Arrancó el partido final de la Eliminatoria del Campeonato Mundial a Estados Unidos en la que la Selección Colombia dirigida por Francisco Maturana salió a defender un invicto de cinco fechas.

Caía la tarde en Argentina, mientras que en tierras cafeteras en algunas casas almorzaban y en otros lugares se tomaron un buen café. El entonces Bicampeón del mundo llegó con un sabor amargo después de caer ante el mismo contrincante en Barranquilla, despidiéndose de un record de 33 partidos sin perder. Uno de los asistentes al Estadio Monumental de Núñez fue el hoy fallecido Diego Armando Maradona.

Después de que sonó el pitazo inicial por parte del árbitro Ernesto Filipi, Argentina jugó desesperado porque además dependía del resultado que consiguieran Paraguay y Perú. Pero se encontró con la figura de Oscar Córdoba quien tuvo un bonito duelo que le ganó a Gabriel Batistuta, porque además cinco años después logró convencer a propios y extraños para saltar a nivel internacional como figura y emblema de Boca Juniors.

Con paciencia y sin afanes el combinado patrio supo manejar los tiempos. Esperó y dio el primer golpe a los 41 minutos, con la combinación como canal de Carlos El Pibe Valderrama y la recepción de Freddy Rincón, quien se reportó de nuevo a los 74 canalizando el servicio de Leonel Álvarez. En aquel entonces, Faustino Asprilla también aprovechó para cobrar por duplicado a los Cincuenta y 75. Abatiendo al arquero Sergio Goycochea.

Y para clavarle la puntilla al partido, Adolfo El Tren Valencia se hizo presente con toque sutil, después de una muy buena asistencia de Asprilla. A pesar de la goleada histórica, hubo 85 personas fallecidas, y la prensa de aquel entonces de forma metafórica “invitó a los aficionados a celebrar consumiendo aguardiente” Fue una noche mágica, en la que Colombia se dio a conocer de nuevo con una gran gesta futbolera.

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