viernes, 19 de junio de 2020

Una jugada en la que Leonel recuperó la pelota


Hoy es un día muy especial, en 1990 la historia del fútbol colombiano se partió en dos a nivel de selecciones en la participación durante los campeonatos del mundo. La selección absoluta que se clasificó después de 28 años por segunda vez a la fase final que se disputó en Italia, y logró por primera ocasión en el tiempo el paso a la etapa de Octavos de Final.

En un partido que fue bien planteado por el profesor Francisco Maturana, y que   contó con paciencia para afrontar la situación. En tan solo cinco minutos pasamos de sufrir a celebrar una épica actuación, como estamos acostumbrados a vivirlas en nuestra cotidianidad: Del drama a la felicidad.

Con un grupo de jugadores encabezados por: Carlos “El Pibe” Valderrama, René Higuita, Freddy Rincón, Andrés Escobar (Q.E.P.D.), Leonel Álvarez y Luis Alfonso “El Bendito” Fajardo, quienes se destacaban en aquel entonces como los más visibles de aquel entonces en el combinado patrio. Y que conformaba el Grupo D, en el que esperaba obtener un buen resultado tras ganarle a Emiratos Árabes y caer ante Yugoslavia.

Quedaba enfrentar al combinado de Alemania, un hueso duro de roer y que posteriormente fue el campeón de aquella cita mundialista. Con dos puntos obtenidos en el triunfo ante los asiáticos, con goles de Bernardo Redín y “El Pibe” la agrupación llegó a la última jornada con la necesidad de obtener un buen resultado para clasificar a los Octavos de Final.

En aquella mañana (hora colombiana), el árbitro inglés Alan Snoddy fue el encargado de impartir justicia. Y un numeroso grupo de aficionados cafeteros se reunieron en el Estadio Giuseppe Meazza, casa del Milán uno de los clubes más importantes del calcio. Maturana envió al terreno de juego al onceno conformado por: René Higuita, Luís Fernando El Chontico Herrera, Luís Carlos El Coroncoro Perea, Andrés Escobar, y Gildardo Gómez. Gabriel Jaime “Barrabas” Gómez, y Leonel Álvarez en la contención. “El Pibe”, y Freddy Rincón como armadores. Carlos Enrique La Gambeta Estrada, y Luís Alfonso “El Bendito” Fajardo en el frente de ataque.

 

Mientras que Alemania dirigida por Franz Beckenbauer, mostró a: Bodo Illgner, Stefan Reuter, Klaus Augenthaler, Guido Buchwald, Thomas Haesseler, Rudi Voeller, Lothar Matheus, Thomas Berthold, Uwe Bein, Jürgen Klinsmann y Hans Peluegler.

 

El partido fue una colección de juego fuerte y pocas ocasiones claras de gol. Con el empate parcial sin goles los alemanes quedaban como líderes del grupo con cinco puntos, y nuestro elenco tercero con tres unidades. Cuando todo apuntaba a un empate, a dos minutos del final los teutones sacaron su casta con un error de El Chontico Herrera. Que fue aprovechado por Pierre Littbarski, quien con un disparo cruzado que se coló en el palo de la mano derecha de Higuita y superó su resistencia.

 

De esta forma, se repetía la historia que ocurrió en Chile en 1962, al que se clasificó por primera ocasión. Todo parecía conducir a que Maturana, Hernán Darío El Bolillo Gómez y el grupo de jugadores volverían al país con más pena que gloria. Hasta que llegó en el tiempo de adición, una jugada en la que Leonel recuperó la pelota en el campo ocupado por la tricolor, se apoyó en El Bendito quien se apoderó del balón, y lo tocó con El Pibe que encontró en Rincón al receptor clave. Quien tan solo con un sutil remate a ras de césped de túnel venció la resistencia de Illgner para pasar de la caída a volar con alas llenas de alegría contagiando a todo un país.

 

Han pasado Treinta años, y a pesar de que el fútbol ha evolucionado mi generación no olvida ese momento. Y los chicos de hoy, inquietos por el fútbol nos preguntan cómo fue aquella época porque lo que se practica actualmente comenzó con pinceladas en esa temporada a nivel mundial.

 


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