miércoles, 12 de enero de 2022

Con la virtud de tener potencia a la hora de definir,con cualquiera de las dos piernas

 


E
l ex arquero argentino Luis Alberto Landaburu era jugador del Atlético Bucaramanga, con capacidad de convertirse en figura a pesar de que el equipo canario fue goleado y que los aficionados organizaron una rifa para que se quedara. Aquella noche en el Estadio Alfonso López sabía que su única alternativa era la de agredir como un medio de transporte con carga pesada a Millonarios. Un grande que quería obtener un nuevo éxito.

Esto se hizo efectivo, Landaburu salió a atropellar a los contrincantes. Con fuerza arremetió en contra de un grande, no fue eficaz, porque el ya fallecido goleador argentino Juan Gilberto Funes lo sorprendió de nuevo. El objetivo general era anular al Búfalo de San Luis ó controlar los disparos que este hiciera, pero que con un sombrero lo altero todo. Con ansiedad, salió a detenerlo como si fuera jugador de Rugby ante un vehículo veloz y con un potente disparo de pierna derecha sacudió su resistencia besando el palo más largo y atravesando la línea final.

Ese era Funes, una máquina excavadora que tenía un muy buen sentido de ubicación en el área contraria con la virtud de tener potencia a la hora de definir, con cualquiera de las dos piernas. Junto con la frente, sin piedad ni perdón ante los rivales, un genio que brilló durante muchos partidos con Millonarios, especialmente ante el Deportivo Cali que contaba con el arquero paraguayo Roberto El Gato Fernández.

A pesar de que le faltó ganar el título, esto pudo dejar un legado más grande para certificar su paso por Colombia. Fue ídolo junto a otros jugadores que se destacaron, con explosión y la confianza que tuvo junto a Marcelo Trobbiani, le permitieron regresar a Argentina para figurar con River Plate. Hoy se cumplen Treinta años de su fatídica partida a la eternidad.

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