Budapest: En un
partido apretado Sevilla de España, se coronó Campeón de la Liga de Europa al
ganarle en definición por cobros desde el punto penalti a Roma de Italia.
Después de empatar a un gol en el alargue.
La
armada sevillana llegó al Estadio Puskas Arena de Budapest dejando en el camino
a la Juventus, mientras que la asamblea rojiamarilla lo hizo como analgésico al
certificar lo que hizo ante Bayer Leverkusen de Alemania. Roma se mostró
atrevido y con actores como Leonardo Spinazzola aunque el partido se vio
apretado ya que Sevilla quiso atacar de forma frontal.
Pero a los 34 minutos, los de
la bota abrieron el marcador por intermedio del volante argentino Paulo Dybala
en el corazón del área con la gestión dada por Gianluca Mancini acorralando al
cancerbero marroquí Yaassine Bounou. Sevilla adelantó un poco más sus líneas
buscando el empate al salir por los andariveles, tratando de sorprender con
vuelos esporádicos. Para el segundo tiempo, Sevilla salió con un poco más de
decisión.
Tanto así que a los 55 en una
jugada aislada, Mancini le cambió la trayectoria al balón y después de un
centro efectuado por el argentino Lucas Ocampos encontrando el empate
acribillando al cuida palos portugués Rui Patricio. La Roma no se escondió y se
aproximó con cautela, pero sin dejar de abordar el área sevillana, haciendo
cambios que fueron alternativas y que se mostraron disposición. Lorenzo
Pellegrini fue un poco más atrevido, pero no contó con suerte.
La Roma expresó su mejor carta,
pero Sevilla se supo parar a lo largo de las millas. Ocampos quiso agredir en
el viaje, aunque le faltaron ganas de concretar las opciones, y a los 75 el
defensa turco Zeki Celik fue derribado en el área. Acción que el árbitro inglés
Anthony Taylor consideró licita. Esto y la precaución de españoles e italianos
dejó todo para el alargue. En el que Roma se mostró agresivo.
Romanos y andaluces se
filtraron en las áreas, ajustaron esquemas para no dar ventajas en la frontera
hispano italiana. El defensa serbio Nemanja Gudelj quiso acosar el área de los
capitalinos sin mucho acierto, en una fracción en la que la cancha se vio
atascada por el exceso de juego fuerte por las agresiones apalancadas de ambos lados.
Esto implicó la definición desde el punto blanco del penalti abriendo la puerta
de los sustos.
Esa
puerta la abrió Sevilla que con los aciertos de los argentinos Lucas Ocampo, y
Erick Lamela, el croata Iván Rakitic, junto con el gaucho Gonzalo Montiel. conquista
su Séptima corona a nivel continental después de tres años. Y además se
convierte en representante de España para la Liga de Campeones en la próxima campaña.
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